La palabra flexitariano viene de la fusión de los términos flexible + vegetariano. Es una palabra nueva, que aun no reconoce la R.A.E., y que aparece inicialmente en el año 1992.
El término en sí se refiere a aquellas personas que basan su alimentación en una dieta vegetariana, pero que de manera ocasional, por diversas razones, consumen algunos productos de origen animal: mariscos, pescados, aves y carnes, aunque no necesariamente todos ellos.
El hecho de que este consumo no sea regular ni habitual, dentro de una dieta mayormente vegetariana, es lo que define a un flexitariano: no lo que come, sino la frecuencia con la que lo toma.
“La base de la alimentación en una dieta vegetariana, pero un flexitariano nunca es un vegetariano ni un subtipo dentro de estos, ya que el consumo de pescado y carne, aunque sea puntual lo excluye de este grupo” (Eugenio García)
El flexitariano presta más atención tanto al origen de los alimentos, agricultura biológica, ganadería extensiva y pesca sostenible, como a unos métodos de preparación más saludables.
También se asegura que se trata de una dieta equilibrada, baja en grasas saturadas y colesterol, cardioprotectora, alta en nutrientes y fibra, que también se ve beneficiada por los aportes puntuales de ácidos grasos Omega 3 procedentes del pescado y proteínas de alta calidad y vitamina B12 que provienen de las carnes.
De características similares a la Dieta Mediterránea, no pretendo decir qué es mejor o peor que otras, simplemente conocer opciones de mejorar nuestra alimentación en base a nuestras convicciones, las que muchas veces nos auto flagelan.